Hoy nos hemos ensuciado las manos y que queréis que os diga, nos encanta.
Con esta manualidad estimulamos la psicomotricidad fina, la imaginación, el tacto, la paciencia... Y encima es divertida y decorativa.
Usamos arcilla blanca porque se seca al aire. Pero también podéis hacerlo con plastilina, pasta de modelar... Lo que se os ocurra.
Primero hice una plantilla en un cartón y les puse en la mesa, lentejuelas de colores, ojos, unos cuchillos de punta redonda, una pajita para hacer los agujeros para colgar, un rodillo de cocina ( que usamos para las manualidades) agua, papel de cocina y por supuesto la arcilla.
Ellos se encargaron de estirar la arcilla, recortarla y decorar.
Con el sobrante hicimos otras figuras, ahora toca practicar la paciencia ya que tenemos que esperar al día siguiente o dos dependiendo del clima para que se seque y poder pintar.
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